Casa de comidas tradicional, que ha venido funcionando desde 1939, pero que necesitaba una puesta al día de sus instalaciones, y mejoras de funcionalidad.
Se da coherencia y unidad al conjunto, reorganizando cocina e instalaciones, y con distintos comedores o salas para pequeños grupos.
Se recuperan todos los elementos originales que merecían una puesta en valor, como estructuras de piedra o madera.
Se procuró que la calidad arquitectónica y espacial del lugar igualase a la de sus menús y bodega.